Mitos sobre la gota fría

Nos acercamos al final del mes de septiembre, y seguramente una de las noticias que más se ha visto durante estas semanas en los medios de comunicación han sido las relacionadas con el peligro inminente de gota fría; con el paso de los años se ha convertido en un tema popular, estrella cuando llega el otoño. Sin embargo, deberíamos cuestionarnos varias cosas. Por ejemplo, si los medios de comunicación nos están informando correctamente sobre este fenómeno, si exageran, o si simplemente usan el sensacionalismo para aumentar sus ventas. En esta entrada intentaremos desterrar algunos de los mitos que han aparecido en torno al fenómeno conocido popularmente en nuestra zona como gota fría.

 
En primer lugar, hay que desterrar el concepto de gota fría como sinónimo de lluvias torrenciales y catastróficas en el Mediterráneo. Esta visión catastrofista ha sido extendida por los medios de comunicación en las últimas décadas, especialmente tras el tristemente célebre episodio de la Pantanada de Tous, en Octubre de 1982. Entonces…¿qué es una gota fría? Pues es ni más ni menos que un simple embolsamiento de aire frío en capas medias-altas de la atmósfera. ¿Cuándo aparece por primera vez este concepto? En 1886, la escuela alemana de meteorología denomina “kaltlufttropfen”, que se podría traducir como gota de aire frío. Unas décadas más tarde, Köppen y Sherhag defininieron la gota fría como “una marcada depresión en altura, sin reflejo en superficie, en cuya parte central se encuentra el aire más frío”. Definiciones similares se irían sucediendo las décadas posteriores, destacando el concepto anglosajón de «cut-off low», o en el caso de España, la denominación de DANA (que no ha tenido mucho éxito en nuestro país), siempre yendo en consonancia, aunque con sus matices, con la definición establecida por Köppen y Sherhag en la primera mitad del siglo XX. Mariano Medina ya utilizaba la expresión de gota fría. Sin embargo, a raíz de la Pantanada de Tous, el concepto de gota fría se empieza a vulgarizar debido al uso excesivo e incorrecto de los medios de comunicación. Las definiciones de la escuela alemana, Köppen, Sherhag y de otros muchos meteorólogos quedaron en el olvido. El éxito de esta denominación entre la sociedad radica en que tiene un nombre fácil de memorizar y que ya es popular entre la sociedad. Sin embargo, estamos cometiendo un gran error cuando nos referimos a la gota fría como algo catastrófico.

 

 

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                  Ejemplo de mal uso en la prensa del concepto de gota fría

 

Entonces…¿qué es lo que causa las lluvias torrenciales? Pues son necesarios una serie de factores, y que se den al mismo tiempo. Una baja desprendida en altura por sí sola no es capaz de generar lluvias intensas. Hace falta un flujo de viento de largo recorrido marítimo, elevada humedad en capas medias y bajas, un elevado gradiente vertical de temperatura entre el mar y las capas medias y altas, una irrupción de aire cálido en capas medias-bajas, sin olvidar la gran importancia que tiene en el Mediterráneo Occidental el relieve, responsable de favorecer ascensos verticales de aire, que con las condiciones adecuadas desembocan en la formación de grandes nubes de tormenta. El sector más inestable no es el que está situado justo bajo el centro de la gota fría, sino el que queda en el sector nororiental, donde se producen fuertes ascensos de aire que favorecen la génesis de grandes nubes de tormenta, en ocasiones puede formarse una gigantesca nube, dentro de la cual hay numerosas tormentas, que es lo que conocemos como Sistema Convectivo de Mesoescala, las verdaderas estructuras que nos dejan las lluvias torrenciales. En la Comunidad Valenciana, en los grandes episodios de lluvias torrenciales, el núcleo de la gota fría se ha situado sobre el Golfo de Cádiz o en el Estrecho.

 

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          Situación sinóptica durante la Pantanada de Tous, con la gota fría centrada en el Estrecho. Fuente: archivos ECMWF

 

¿Se trata de un fenómeno exclusivo del otoño? Esto se trata de otro mito. Las gotas frías son bolsas de aire frío en altura que se han desgajado de la circulación general del oeste. Pueden originarse en cualquier época del año, pero especialmente a finales de invierno, primavera y en otoño, cuando la atmósfera se muestra más dinámica y se puede interrumpir la circulación de poniente o hay cambios en la disposición de los centros de acción (anticiclones y borrascas). En invierno también se pueden producir lluvias torrenciales o tormentas intensas, y por ejemplo en la provincia de Alicante encontramos algunos precedentes en los últimos años. Por ejemplo, el 20 de marzo de 2012, las lluvias torrenciales afectaron a la ciudad de Torrevieja, donde se acumularon más de 120 l/m2 en pocas horas. El 31 de enero de 2007, parte de la ciudad de Alicante fue afectada por una tormenta intensa, que dejó unos 50 mm en 45 minutos. Se trató de una tormenta que creció sobre un mar tibio, pero con la presencia de un importante embolsamiento de aire frío en altura sobre la Península, produciéndose un importante contraste de temperatura en la vertical entre la superficie del mar y las capas medias-altas.

 

 

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                            Torrevieja. 20 de Marzo de 2012. Fuente: EFE

 

¿Las lluvias y las tormentas intensas quedan restringidas a situaciones de gota fría? El concepto de gota fría está tan vulgarizado en la actualidad, que cualquier medio de comunicación achaca a la gota fría a cualquier tormenta o chubasco fuertecillo. En la Comunidad Valenciana claro que se pueden producir tormentas fuertes o lluvias intensas que no tienen su origen en la presencia de una gota fría. Por ejemplo, las vaguadas (áreas alargadas no cerradas de bajas presiones y aire frío en altura) suelen ser las responsables de las tormentas intensas entre la primavera y el otoño, especialmente en el interior. Por otra parte, tenemos el fenómeno de la lluvia cálida, más complejo de explicar y que merecería una entrada aparte, pero señalaremos que se tratan de trombas de agua muy localizadas, en las que no hay aparato eléctrico, y su génesis no tiene nada que ver con la presencia de un embolsamiento de aire frío en altura.

 
Se ha hablado muy por encima sobre algunos de los mitos asociados a la gota fría. El asunto daría muchísimo más para hablar, pero esperamos que hayáis aprendido algunas cosas nuevas sobre este fenómeno que tan bien conocemos en el Mediterráneo, y que os acordéis de esta entrada cuando los medios de comunicación vuelvan al ataque con la eterna gota fría catastrófica.

 

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